Haz de ti mismo lo mejor, porque todo está ahí para ti.
Ralph Waldo Emerson
A veces cuesta conseguir las cosas que deseas en la vida: las relaciones que quieres, los éxitos, una carrera profesional... Por eso, en algún momento las personas necesitamos a alguien que nos ayude a convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos, que nos limpie las gafas para ver las cosas de una forma más clara o que nos dé un empujón para tirarnos a la piscina. Un profesional preparado, con conocimientos psicológicos. Ni un gurú, ni un tarotista. Un profesional preparado, repito.
Por ejemplo, un corredor es bueno en lo que hace, después de todo, corre que se las pela, pero seguramente no llegará a ganar las próximas olimpiadas sin un entrenador profesional que le ayude a alcanzar sus metas. Y aun así, es posible que no gane en todas las carreras en las que participe. Para conseguir dar lo mejor de sí mismo necesita un profesional que le facilite y le ayude a alcanzar su meta. Gracias al diálogo y a la reflexión, y a la puesta en práctica en la pista de estas mejoras. En tu caso tu carrera es tu vida, tu pareja, tu trabajo… Por eso a veces necesitas un coach que te ayude a conseguir tus objetivos, siempre que estos sean realistas y alcanzables.
Porque lo cierto es que llegar a donde se quiere no tiene tanto que ver con la suerte ni el destino sino con desprenderse de los miedos, superar los límites que creíamos tener, comunicarse mejor, adoptar unos hábitos que nos ayuden a avanzar y trabajar, trabajar y trabajar desde la confianza.
La buena noticia de esto, es que las herramientas para conseguirlo están en ti, solo tienes que aprender a usarlas. Como aprendes a correr, a nadar o hacer dinosaurios de papiroflexia (hay gente para todo).
Solo necesitas dos cosas: querer cambiar y la ayuda de un profesional que te enseñe a usar esas herramientas. Y si has llegado hasta aquí, es porque casi tienes todo lo que necesitas. ¿Quieres que sea yo quién te ayude?.
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