Hace varios días estuve con los chicos y chicas de la Lanzadera de empleo de Zaragoza y hablamos sobre el miedo y los pensamientos que en ocasiones nos limitan e impiden actuar como quisiéramos.
Comenzábamos la sesión recurriendo a una de las definiciones que facilita la RAE sobre el miedo: “Angustia por un riesgo o daño real o imaginario” y reflexionamos sobre esto.
¿Siempre es negativo sentir miedo? ¿En alguna ocasión puede ser positivo?
Miedo real o imaginario
Imagina las siguientes situaciones:
-La sartén con la que estas cocinando prende en llamas o yendo un poco más lejos, el fuego se extiende y te encuentras ante un incendio.
-Estás mirando distraídamente el móvil y un coche te pita porque está a punto de atropellarte.
¿Cómo actuarías en estos casos? ¿Qué te lleva a comportarte de una manera u otra?
En estos dos ejemplos, el miedo nos avisa y nos ayuda a reaccionar rápidamente. Así que podemos decir que es una respuesta natural cuando nos avisa de una amenaza real y nos ayuda a reaccionar con rapidez. Es decir, nos protege de un riesgo real.
En otras ocasiones, el miedo nos paraliza ante situaciones que interpretamos como amenazantes, bloqueándonos y no dejándonos actuar como quisiéramos. Por ejemplo, ante un examen en el que te pones muy nervioso y aunque te sabías las respuestas, lo dejas en blanco.
¿Qué opinas? ¿Te ha pasado en alguna ocasión?
Situaciones amenazantes
Imagina de nuevo las siguientes situaciones:
-La pérdida de trabajo o la búsqueda de un empleo creyendo ciegamente que nunca volverás a encontrar otro.
-Una situación difícil en la que tienes que tomar una decisión y todas las alternativas son malas (puede ser que ninguna te convenza, pero hay que tomar una y el miedo a lo que pueda o no ocurrir te paraliza y te impide decidirte).
-Cualquier otra situación que te parezca amenazante: testificar en un juicio, hablar con tu jefe de un aumento de sueldo o de otros temas que te afectan, un cambio importante en tu vida…
¿Qué otras situaciones se te ocurren? ¿Cómo te sientes ante estas situaciones? ¿Cómo las interpretas?
Cuando aparecen cambios bruscos en nuestra vida, la mayoría de las veces los vemos como una amenaza en lugar de una oportunidad.
¿Qué puedes hacer?
Lo primero de todo para y escúchate. Toma conciencia de lo que piensas y sientes en el momento, y sobre todo no te juzgues. El miedo es útil, racional o no.
Plantéate algunas preguntas que te ayuden a ver la situación desde otra perspectiva:
- ¿De qué me está avisando el miedo? ¿Es real?
- ¿Qué pasará si ante esta situación que te bloquea no haces nada? ¿Y si haces algo?
- ¿Qué alternativas tienes? ¿Y qué pasará si te enfrentas a ella? ¿Qué consecuencias puede tener? ¿Qué podrías ganar o perder?
Ante la misma situación puedes huir de ella, puedes no hacer nada, puedes enfrentarte a ella…
Depende de ti y de lo que quieras conseguir.
Ahí van otras preguntas:
- ¿Cómo sé que ocurrirá?
- ¿Qué puede pasar si te equivocas?
- ¿Cómo te sentirás actuando de una o de otra manera?
- ¿Hay alguna otra forma de ver la situación
Y para finalizar…
Ante estas situaciones que te producen miedo y que consideras amenazantes:
-Cuestiona si la situación que te paraliza es tal cuál la estás viendo o es resultado de una interpretación distorsionada de la realidad. ¿En qué te basas para decir que es así (datos objetivos?
-Reflexiona sobre si es posible otra u otras interpretaciones y de ser así pregúntate cómo te ayuda pensar de una manera u otra. Cómo te sientes con cada una, si te acercan o alejan de tu objetivo….
-Centra la atención en lo que depende de ti y tomate tú tiempo.
¿Cuál es tu opinión sobre esto? ¿Cómo reaccionas antes situaciones amenazantes?
Y por cierto, gran trabajo el de estos chicos, el de su coach Pilar Repollés y el de las Lanzaderas de toda España.